Aquellos Spectrum que tanto me inspiraron
Desde la primera vez que descubrí los primeros pitidos de un modem cuando aún sonaban en mi cabeza aquellas tarjetas de RPG y los cabezales de los discos de 8 pulgadas comprendí que aquellos pitidos de los cassettes de la Spectrum 128 podían transmitirse remotamente y conseguir una comunicación digital. Para mi fue el planteamiento de lo que iba a ser mi futuro, la gestión de los datos.
Dejando a un lado los juegos, comenzaba a investigar, en aquellos tiempos, de qué manera podía interpretar un ordenador la información que contenia un cassette y hasta que punto podía tolerar la degradación, los baudios, los bits, los ceros y unos ocuparon mi cabeza durante un largo periodo de tiempo. El almacenamiento de la información prácticamente me sacudió la cabeza de tal forma que no podía parar de conseguir información al modo y funcionamiento de las distintas técnicas de almacenamiento, los lenguajes de programación que distintas máquinas empleaban para conseguirlo y hasta el punto de comprender de qué forma se estructuraba todo esa avalancha en una máquina tan diminuta. No tuve remedio, sentenciado por mi inquietud, acabé estudiando informática.
Así era el aspecto de las BBS, sin duda el paso previo a la Web tal y como las conocemos ahora.
La centralización de los datos para el acceso común y la forma en la que se accedían era otro de los mundos que me fascinaban, encontrar la forma de que millones de personas accedieran a un único punto digital de información. Las BBS (Boletin Board System) en aquellos precarios ordenadores daban comienzo a lo más parecido de Internet tal y como hoy lo conocemos.
La AX400 y su prototipo de red, la ArpaNet y su modelo de estructuración de datos para evitar una caida general del sistema fueron tareas obligadas para mi en aquel 286 con pantalla verde fosforescente... caray aún cierro los ojos y puedo ver las letras en mi retina...
Lógicamente a todo aquello había que meterle algo de "alma" y aquello derivó en años de Cobol, Pascal, Turbo C, Ensamblador buff... y un sinfín de lenguajes de programación que nos acercaban poco a poco a una comprensión más profunda de lo que era mi profesión, un traductor entre las necesidades de una empresa y la máquina como una herramienta para llevar a cabo dicho cometido.
Aquellos centros de datos que se montaban como buenamente se podía sin apenas normativas e intentando dar servicio como se entendía.
Sin duda alguna, la velocidad en el desarrollo de nuevos procesadores, nuevas estructuras, nuevas velocidades de transmisión, y su método, solidificando el TCP/IP como el protocolo estándar, hicieron que en un corto espacio de tiempo nacieran los centros de datos estructurados buscando la forma de centralizar la información, asegurar su continuidad y al tiempo poder liberar a las oficinas de tanta infraestructura técnica.
Hoy en día se sigue innovando gracias a la virtualización, a máquinas montadas en cluster para dar con miles de procesos, replicación de datos y matrices de seguridad intra-cpd que garantizan un espejo en distintas localizaciones del planeta.
Hoy en dia los centros de datos son un modelo de negocio completamente viable, sometidos a los más altos certificados de implantación, seguridad y normativas que garantizan tanto los procesos internos, interrelaciones empresariales, como la continuidad del servicio.
Y los técnicos de sistemas, esos grandes desconocidos, son los encargados de velar por la seguridad, el rendimiento y la garantía de nuestro negocio en la red.